agosto 26, 2021 By FranklinCovey Guatemala

3 preguntas que debe hacerse cada día

¿Cuál es su trabajo como gerente? ¿Asistir a todas las reuniones? ¿Solucionar todos los problemas? Los directivos más eficaces saben que su real trabajo de un directivo es liderar, ayudar a su equipo y a su organización a tener éxito. Cuando estás mirando una lista interminable de tareas, puede ser difícil recordar eso. Es posible que se pregunte, ¿Cómo voy a hacer todo esto? o tal vez, me pregunto qué tiempo hará hoy en Tahití.

Lamentablemente, esas preguntas no le llevarán muy lejos. Pero las buenas preguntas sí lo harán. “Dedicar un tiempo a la reflexión diaria le ayuda a tener mejores relaciones personales y a dar un mejor feedback”, nos dijo un experimentado directivo. “Lo más difícil es dedicar tiempo a ello”.

Hacer de la autorreflexión diaria un hábito eficaz:

Programe un momento en el que no le interrumpan. Por ejemplo, antes de consultar los mensajes o de encender el ordenador o después de haber terminado la última tarea del día.

Sea breve y estructurado. Las investigaciones sugieren que puede mejorar su rendimiento con sólo 15 minutos de autorreflexión al día. Utilice siempre las mismas preguntas sencillas -como las tres siguientes, que se centran en los aspectos más importantes de tu trabajo- y dedique unos cinco minutos a cada una.

Anote sus pensamientos. Tener un registro de tus respuestas le permite elegir una o dos cosas que puede poner en práctica durante su próximo día de trabajo. También verá dónde está progresando y puede coger impulso, y dónde se está estancando y necesita reorientar sus esfuerzos.

1. ¿Estoy liderando como quiero?

Algunos líderes nunca se paran a considerar esta cuestión. Pero, lo haya pensado o no, usted tiene un estilo de liderazgo. Se revela en lo mucho que habla y lo mucho que escucha en las reuniones, en las preguntas que hace -o no hace- en sus reuniones individuales, y en los mensajes que decide responder y los que ignora. Cada elección es una oportunidad para construir o perder la confianza, para alentar o sofocar el crecimiento de alguien, o para abrazar o retirarse de la oportunidad. Responder a esta pregunta le permite comprobar si sus comportamientos se ajustan a lo que es importante para usted.

Si cree que su trabajo más importante es entrenar a su equipo para que alcance su máximo potencial, piense en sus interacciones de ayer. ¿Hizo preguntas para sacar el pensamiento de su equipo en lugar de dar respuestas? Hoy, ¿debería dejarles ser los primeros en hablar? O tal vez sepa que sin la última actualización de los progresos del grupo de marketing, su equipo tendrá dificultades para cumplir un plazo crítico.

¿Ha reservado un tiempo en su calendario para conectar con su equipo después de la reunión de marketing para que nada le distraiga de transmitir esa información crucial? O tal vez haya tenido que cancelar su último cara a cara con un subordinado directo que está deseando un aumento de sueldo, y no lo ha vuelto a programar porque se ha dicho a sí mismo que está demasiado ocupado. Pero la verdad es que teme decirle que el aumento no se va a producir.

Sabe que le ha estado carcomiendo, y sabe que posponerlo no va a hacer que la conversación sea más fácil. Tómese estos cinco minutos para ser sincero consigo mismo y luego reserve la reunión.

2. ¿Qué puedo mejorar?

El status quo es cómodo, peligrosamente. Si cree que todo va bien, examine más detenidamente qué es lo que le frena y qué oportunidades podría estar perdiendo. Puede tratarse de cosas aparentemente pequeñas, como perder el tiempo arreglando los informes de gastos de un miembro del equipo en lugar de enseñarle a archivarlos correctamente. O puede ser algo más grande, como que su equipo pase tanto tiempo incorporando nuevos clientes que no haya podido implementar ninguna de las nuevas funciones que se discutieron en su última reunión.

Si concentra su tiempo en lo que podría ser mejor, es más probable que vea oportunidades y se adelante a los retos que podrían causar problemas más adelante. Puede que ya tenga una lista de cosas que le gustaría cambiar. Si no es así, anote todas las ideas que ha tenido y todas las que ha escuchado de su equipo. (Y si no pregunta regularmente a su equipo qué podría mejorar, ahora es un buen momento para empezar: sacará a la luz ideas que nunca se le habría ocurrido y fomentará una mentalidad de equipo de mejora continua).

Luego, cada día, dedique cinco minutos a identificar los puntos más importantes y factibles y a decidir la siguiente acción que puede realizar para progresar en ellos. Recuerde que los grandes logros suelen venir de pequeñas innovaciones que se desarrollan con el tiempo.

3. ¿Cómo puedo ayudar a otra persona?

Como directivo, su éxito personal suele estar directamente ligado al éxito de los demás: los miembros de su equipo, sus compañeros y los altos cargos de su organización. Cuando se haga esta pregunta, piense en esos grupos y en el día que tiene por delante: ¿qué medidas puede tomar para ayudarles a tener éxito?

Su equipo. ¿Quién de su equipo está atascado en un problema? ¿Puede ayudar a alguien a priorizar? ¿O reconocer el progreso de un colaborador directo y animarle a seguir adelante? Si alguien de su equipo no está recibiendo lo que necesita de otro equipo, ¿puedes ponerse en contacto con otro directivo para poner las cosas en marcha?.

Sus compañeros. ¿Quién está trabajando en el proyecto más prioritario para la organización? ¿Qué necesitan de usted o qué puedes hacer por ellos? ¿Hay algún proyecto en el que pueda trabajar con un compañero que mejore la vida de ambos a largo plazo?.

Su gerente. Póngase en su lugar. ¿Cuál es su principal prioridad en este momento? Si usted fuera su jefe, ¿qué querría de la persona que ocupa su puesto actual? ¿Puede ayudarle directamente o liberar su tiempo quitándoles algo de encima?

Basado en el libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva

de Stephen R. Covey

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