Con todas las presiones diarias para mantener el flujo de trabajo en marcha, es posible que tenga la tentación de dejar la elaboración de una visión de equipo para mañana, o para el día siguiente, o para el otro. Pero hay muchas buenas razones para empezar a pensar en grande hoy. Aquí tiene cinco:

1. Una visión puede ayudar a alinear a su equipo con la visión más amplia de su

organización.

A nivel ejecutivo, las declaraciones de visión suelen articular un logro que la empresa pretende alcanzar. La visión de Microsoft era originalmente poner un ordenador, con Windows, en cada hogar. Ford buscaba un auto lo suficientemente barato para cualquier familia trabajadora. Si traslada esa visión más amplia al nivel del equipo, sus subordinados sentirán que están desempeñando un papel vital en la conducción de la empresa hacia su destino.

2. Una visión de equipo puede ayudarle a establecer -y cumplir- los objetivos del equipo.

A diferencia de la visión, los objetivos son logros a más corto plazo más ligados a las operaciones diarias de su equipo. Algunos de ellos vienen dictados desde arriba o por las circunstancias, y otros provienen de su equipo. La visión puede ayudarle a evaluar en qué objetivos hay que hacer hincapié y puede ayudar a mantener al equipo animado para conseguirlos.

3. Una visión de equipo puede motivar a su grupo.

Los sueldos, los ascensos y los elogios son zanahorias importantes, pero la mayoría de las personas necesitan algo más para mantenerse comprometidas y satisfechas con un trabajo a largo plazo. Quieren que su trabajo tenga sentido.

La declaración de visión adecuada captará ese significado y responderá a la razón por la que vienen a trabajar cada día. Cuando la motivación flaquea o las frustraciones acechan, la visión puede dar a su equipo algo positivo y satisfactorio en lo que centrarse.

4. Una visión de equipo puede ayudarle a tomar decisiones.

Una forma de ver el trabajo de un directivo es verlo como una serie de decisiones. Algunas de ellas son grandes y relativamente abstractas: ¿Cómo debo emplear mi tiempo? ¿Qué necesita mi atención esta semana? Otras decisiones son más prácticas: ¿Cómo debo gastar mi presupuesto? ¿Qué tareas debo asignar a cada miembro del equipo?

La visión correcta puede guiar estas decisiones. Su visión es su destino: una imagen de dónde quiere llegar. Cuando utiliza esta idea de futuro para tomar decisiones cotidianas, le pone inevitablemente en el camino de alcanzar esas aspiraciones.

5. Una visión puede ayudar a su equipo a cohesionarse como grupo.

Si ha concebido y articulado con éxito la visión de su equipo, y ha hecho el trabajo de conseguir la aceptación de los miembros individuales del equipo para que realmente compartan la visión, entonces puede ser una poderosa herramienta para unir a su equipo. (Sin embargo, tenga cuidado: si la visión le parece falsa, su equipo se dará cuenta rápidamente).

La visión consiste en ir a por todas. Eso no sólo es inspirador, sino que es el pegamento que une a las personas.

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